SOBRE EL AUTOR
Antuan Rojas Programa de Talento de Cafeína Design
Winston Churchill dijo alguna vez “Damos forma a nuestros edificios y luego ellos nos dan forma a nosotros”. Hablar de la importancia de la arquitectura en las escuelas básicas, va más allá de las estructuras físicas; son el corazón donde se forjan sueños y se moldea el futuro de nuestros jóvenes. Cada aula, cada pasillo, tiene el poder de inspirar y transformar vidas.
El origen de escuela básica en México
Después de la Revolución Mexicana, el país enfrentaba una alarmante tasa de analfabetismo. Motivado por las corrientes educativas de la época, José Vasconcelos decidió enfrentar este desafío. A pesar de contar con un presupuesto limitado, Vasconcelos impulsó la construcción de escuelas y el programa de maestros misioneros con la urgencia de contrarrestar la situación.
Sin embargo, la revolución educativa llegó en 1932 cuando el arquitecto Juan O’Gorman asumió la Jefatura del Departamento de Escuelas de la Secretaría de Educación Pública (SEP). Con la encomienda de construir la mayor cantidad de escuelas en el Distrito Federal en menos de un año y con solo un millón de pesos, O’Gorman ideó una solución innovadora, inspirado por el estilo funcionalista, diseñó una escuela modular que podía ser construida en cualquier lugar y ampliada según las necesidades. Este enfoque permitió abrir 11,700 plazas educativas en el Distrito Federal en solo seis meses, cumpliendo su objetivo con creces. Su modelo fue tan exitoso que se replicó en cada estado del país, marcando un antes y un después en la infraestructura educativa de México. Y dando origen a esa fachada que es tan común ver hoy en día en las escuelas del país.
La función de la escuela básica en la actualidad
Ahora bien, sabemos que la función de la escuela básica es proporcionar una educación integral y de calidad a todos los niños y jóvenes del país, además de buscar cumplir algunos objetivos:
1. Formación académica
Promoviendo conocimientos básicos en áreas como matemáticas, ciencias, lenguaje, estudios sociales y educación física, conocimientos fundamentales para el desarrollo intelectual y académico.
2. Socialización
Enseñando a los estudiantes a convivir y respetar normas y valores. A través de la interacción con compañeros y maestros, se desarrollan habilidades sociales, comunicación efectiva y resolución de conflictos, promoviendo valores cívicos y éticos.
3. Desarrollo de habilidades
Se busca que los estudiantes adquieran habilidades prácticas y emocionales para enfrentar desafíos. Esto incluye habilidades tecnológicas, artísticas y deportivas, así como el fortalecimiento de la autoestima, la inteligencia emocional y pensamiento crítico.
4. Preparación para la Educación continua
La educación básica prepara a los estudiantes para seguir aprendiendo a lo largo de su vida. Se enfoca en brindar una base sólida para la educación media superior y superior, fomentando la curiosidad y el deseo de superación personal.
Sin embargo y teniendo esto en mente, vale la pena preguntarnos ¿Es el diseño de las aulas en México capaz de fomentar estos principios?
Más que simple estética
La influencia del entorno y la arquitectura en los espacios educativos es crucial, considerándolos incluso como el "tercer profesor". Esta perspectiva se basa en diversas teorías educativas y psicológicas que resaltan la importancia del ambiente físico en el proceso de aprendizaje. Entre ellas, dos de las más aceptadas son:
Jean Piaget y el Aprendizaje Activo:
Jean Piaget, el renombrado psicólogo suizo, sostiene que el aprendizaje es un proceso activo. Según Piaget, los estudiantes construyen su propio conocimiento a través de la interacción constante con su entorno. Esto significa que un entorno educativo bien diseñado puede facilitar y enriquecer el proceso de aprendizaje, proporcionando a los estudiantes las herramientas y los estímulos necesarios para explorar, experimentar y descubrir por sí mismos.
Lev Vygotsky y la Colaboración:
Lev Vygotsky, un influyente psicólogo ruso, complementa esta idea con su teoría sobre la importancia de la colaboración. Vygotsky postula que la arquitectura de los espacios educativos debe fomentar la comunicación y la cooperación entre los estudiantes. Espacios abiertos, áreas de trabajo en grupo y zonas de interacción informal son algunos ejemplos de cómo el diseño puede facilitar estas dinámicas sociales esenciales para el aprendizaje.
Beneficios de un buen diseño en los espacios educativos
El diseño cuidadoso y estratégico de los espacios educativos ofrece una variedad de beneficios significativos:
Mejora de la concentración y el enfoque: Un entorno bien organizado y visualmente atractivo puede ayudar a los estudiantes a concentrarse mejor y a mantener el enfoque en sus tareas, reduciendo las distracciones y creando un ambiente propicio para el estudio.
Fomento de la autonomía y la toma de decisiones: Espacios que permiten a los estudiantes elegir dónde y cómo trabajar fomentan la autonomía y la responsabilidad personal. Esta libertad en la elección puede ayudar a los estudiantes a desarrollar habilidades críticas de toma de decisiones.
Estimulación de la creatividad: Entornos flexibles y adaptables pueden inspirar la creatividad. Áreas dedicadas a actividades artísticas, zonas de lectura acogedoras y espacios para el pensamiento crítico pueden estimular la imaginación y la innovación entre los estudiantes.
Promoción de la salud y el bienestar: La incorporación de elementos naturales, como la luz natural, la ventilación adecuada y el acceso a espacios verdes, puede mejorar la salud física y mental de los estudiantes, contribuyendo a un mayor bienestar general y a un ambiente más positivo y motivador.
El futuro de los espacios educativos: ¿Por qué no aspirar a más para nuestros niños?
En el panorama educativo actual, nos encontramos con una pregunta crucial: ¿por qué no pueden nuestros niños aspirar a espacios ligeramente mejor pensados? Espacios que realmente fomenten y motiven el aprendizaje de una manera innovadora y accesible. La respuesta no está tan lejos de nuestro alcance como podríamos imaginar.
Imaginemos aulas equipadas con materiales modernos y adaptados a las necesidades educativas de hoy. Materiales que las escuelas ya conocen y que podrían integrarse fácilmente en su entorno. La clave está en realizar ligeros ajustes, en lugar de imaginar cambios utópicos o inalcanzables.
Con una iluminación bien diseñada, que no solo facilita la concentración y el rendimiento académico, sino que también crea un ambiente más agradable y acogedor para los estudiantes. Además, es fundamental inculcar en nuestros niños un sentido de responsabilidad y cuidado por la vegetación y el entorno. No se trata de convertir las aulas en bosques ni de plantar árboles en medio del salón. Hablamos de integrar plantas y elementos naturales en el entorno escolar de manera sencilla y práctica. Esto no solo embellece los espacios, sino que también enseña a los niños la importancia de cuidar y respetar la naturaleza.
Estos ligeros ajustes pueden ser el inicio de un cambio significativo en nuestra visión del sistema educativo. No es necesario esperar a grandes reformas o inversiones millonarias. Con verdadera arquitectura y el diseño, podemos comenzar a transformar la experiencia educativa de nuestros niños, haciéndola más enriquecedora y estimulante. aspiremos a crear espacios educativos que motiven y fomenten el aprendizaje de manera efectiva. No es una utopía; es una posibilidad real que está al alcance de nuestras manos. Con una iluminación bien diseñada, materiales adecuados y una educación que valore el entorno, podemos empezar a ver el cambio que deseamos en el sistema educativo mexicano.
Imágenes creadas con I.A. por Cafeína Design para este blog.
Ahora bien, sabemos que estas sugerencias ya han sido implementadas en algunos colegios de carácter principalmente privado y que se dificulta más cuando se trata de educación pública, sin embargo, los apoyos gubernamentales que ya existen, sumados a la supervisión organizada y planeada pueden generar un proceso de recuperación paulatina de las escuelas. Comenzando por el diseño del entorno exterior, asignando a las áreas comunes como una rótula de flujo y recreación
El Patio Escolar: ¿Una Cárcel para la Imaginación?
Si tienes algún niño en casa, ya sea un hijo, sobrino o cualquier otro pequeño, y le preguntas cuál es su momento favorito del día en la escuela, es probable que la respuesta sea casi unánime: el receso. Este es el momento en el que pueden salir, jugar y convivir entre ellos. Es, en esencia, el único momento del día en el que pueden realmente ser niños, sin estar atados a una silla y condenados a escuchar a un adulto durante horas.
Observemos estas imágenes por un momento. A la derecha, vemos el patio de la escuela mexicana del valle, y a la izquierda, el patio de la prisión combinada del Este en La Habana.
Sorprendentemente, las diferencias son mínimas. ¿Cómo hemos llegado a un punto en el que los patios escolares y los de las prisiones se parecen tanto?
Este paralelismo inquietante nos lleva a reflexionar sobre cómo hemos comprendido y, a menudo, malinterpretado el concepto de patio escolar. Los patios deberían ser espacios vibrantes, llenos de color y vida, que inviten a los niños a explorar y disfrutar de su tiempo libre. Sin embargo, muchos patios escolares son grises y estructurados de manera que limitan la creatividad y la libertad de los niños.
Repensando los espacios escolares
El receso y los patios escolares tienen un potencial enorme para impactar positivamente en el desarrollo de los niños. Al crear espacios más dinámicos y acogedores, no solo estamos mejorando su experiencia escolar, sino también contribuyendo a su crecimiento integral. Es hora de que dejemos de tratar los patios escolares como cárceles y empecemos a verlos como los refugios de creatividad y libertad que deberían ser. Introduciendo zonas verdes, con árboles y jardines que puedan transformar un patio aburrido en un oasis de naturaleza, o áreas multifuncionales que puedan adaptarse a diferentes tipos de juegos y actividades.
Imágenes creadas con I.A. por Cafeína Design para este blog.
Finalmente, les invito a llevarse consigo una imagen que espero les inspire. A simple vista, podrían ver solo a un grupo de niños, pero lo que yo veo va mucho más allá. Veo sueños naciendo, y el aula es el lugar donde esos sueños empiezan a tomar forma y a construir nuestro futuro. Cada inversión en el conocimiento de estos pequeños es una inversión en un mañana más prometedor para todos. Cuando apoyamos su educación, estamos sembrando las semillas de un futuro lleno de posibilidades. Recordemos siempre que, al invertir en la educación de nuestros niños, estamos construyendo juntos un futuro más brillante para toda nuestra nación.