La disposición de la casa se desarrolla en torno a un patio central, una característica común en las haciendas mexicanas que proporciona iluminación natural, ventilación cruzada y un punto focal alrededor del cual se organizan los diferentes espacios. La elección de materiales es esencial para lograr la estética deseada y la sostenibilidad ambiental. Se utilizan materiales tradicionales como piedra de la región, concreto y madera en combinación con tecnologías modernas de aislamiento térmico y eficiencia energética para garantizar el máximo confort térmico en todas las estaciones.
El diseño interior refleja la pasión de la pareja por la arquitectura mexicana y las haciendas, utilizando detalles como techos de vigas expuestas, ladrillo, arcos y bóvedas de 4 puntos.
En resumen, este proyecto se destaca por su enfoque en la armonía con la naturaleza, la reinterpretación profunda de elementos arquitectónicos tradicionales y la búsqueda de sostenibilidad y confort térmico. El resultado es una vivienda que encapsula la esencia de la arquitectura mexicana y ofrece un espacio único y significativo para sus habitantes.