La exploración volumétrica surge a partir de un sólido fragmentado con una incisión que permite la adecuada iluminación y ventilación de las residencias, además de jugar con la idea de poder formar parte indirecta de la vida de los vecinos por medio de la observación indirecta que permite el juego espacial.
El contraste entre transparencia, opacidad y reflejo permiten el juego especular de mosaicos de fragmentos de la vida de esta pequeña comunidad que se observa a sí misma, así como también puede observar el contexto circundante, permitiendo diversas posibilidades para el habitante particular que guste de ver y ser visto.