Ubicado en el corazón de la sierra de Puebla, una zona de exuberante vegetación y áspera topografía, habitada principalmente por indígenas náhuatl y totonacas. El proyecto surge desde la necesidad de la cooperativa regional de turismo alternativo Tosepankali de incrementar su oferta de servicios turísticos como complemento del hotel y cabañas existentes.
El edificio tiene una forma orgánica para crear una experiencia que extraiga al visitante de la rutina de la ciudad, y a la vez promueve una experiencia relajante en contacto con la cultura y tradiciones locales. El programa arquitectónico incluye: Recepción, barra de jugos, zona de tratamientos y masajes, una alberca ecológica, y un tradicional baño de “temazcal”, ya que el proyecto conjuga tratamientos medicinales ancestrales, junto con técnicas contemporáneas.