SOBRE EL AUTOR
Jesús Amezcua - Arquitecto, Coordinador de Diseño creativo
La crisis de vivienda en México demanda una reflexión profunda y soluciones creativas en el ámbito de la arquitectura y el urbanismo para construir comunidades resilientes, sostenibles y con calidad de vida.
En primer lugar, es esencial replantear la planificación urbana, adoptando estrategias que permitan una mejor distribución del espacio habitable.
La implementación de modelos habitacionales multifuncionales, la densificación inteligente, apoyada por políticas gubernamentales que faciliten la construcción vertical, la revitalización de zonas urbanas degradadas, la recuperación de edificios en desuso y políticas de vivienda más justas, entre otras estrategias, puede contribuir significativamente a maximizar el uso eficiente del suelo.
La densificación planificada, combinada con técnicas constructivas sostenibles como la construcción modular, puede agilizar los procesos constructivos y reducir costos, permitiendo la rápida creación de viviendas accesibles, así como maximizar el aprovechamiento de áreas urbanas existentes, minimizar el impacto ambiental y promover la responsabilidad ambiental.
Imágenes creadas con I.A. para ejemplificar "Arquitectura para comunidades" por Cafeína Design
Otro gran problema que se ha acentuado en las últimas décadas es que la vivienda se ha dejado de ver principalmente como un hogar, y ha pasado a ser una mera herramienta de inversión impersonal donde lo más importante no es la calidad de los espacios habitables, sino la plusvalía y el retorno económico que te puede dar.
La especulación inmobiliaria y la falta de políticas estrictas que regulen los precios de venta, el crecimiento urbano, y el cumplimiento de dimensiones de espacios habitables dignos, dan pie al crecimiento desigual de las ciudades.
Asimismo, la exploración de modelos de vivienda cooperativa y participativa permite a las comunidades tener un papel activo en la planificación y gestión de sus propios espacios habitacionales, fomentando la autogestión y la responsabilidad compartida.
Además, la creación de viviendas dignas debe ir de la mano con el diseño de espacios públicos que fomenten la cohesión social y la calidad de vida, centrándose en crear espacios inclusivos.
La revitalización de áreas urbanas mediante la creación de parques y plazas bien diseñados puede convertirse en catalizadores para el encuentro comunitario. Y ofrecer un respiro necesario en entornos urbanos densamente poblados.
La inclusión de elementos culturales y artísticos en estos espacios públicos puede fortalecer la identidad local y convertirlos en lugares de encuentro para la diversidad de residentes.
La colaboración entre el sector público y privado es esencial para superar la crisis de vivienda. Los incentivos fiscales para desarrolladores que se comprometan a construir viviendas asequibles, junto con la simplificación de los trámites burocráticos, pueden estimular la inversión en proyectos habitacionales accesibles y de calidad.
Imagen creada con I.A. para ejemplificar "Arquitectura para comunidades" por Cafeína Design