SOBRE EL AUTOR

Arath Santos Arquitecto, Líder Jr. de Proyecto Ejecutivo
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“Pienso que el sistema de construcción modular es un claro ejemplo de cómo a través del tiempo evolucionan y mejoran los procesos constructivos, demostrando que la arquitectura se adapta al tiempo y espacio en el que se desarrolla.”

En este artículo quiero aproximarme al concepto de economía circular, a través de una analogía de fácil comprensión:   

Como mexicana o mexicano seguro te identificas con el siguiente escenario: Llegas a tu casa, con mucha hambre o con mucha sed. Puede ser de la escuela, la universidad o el trabajo. Te acercas a tu cocina, y buscas el refrigerador. Al abrirlo, divisas un bote de plástico, posiblemente de tu marca de favorita de helado o yogurt. Con mucha emoción y antojo, abres el bote, solo para llevarte la decepcionante sorpresa de que alguien guardó frijoles, salsa, arroz o incluso sopa.   

Aunque no lo creas, esto es un común ejemplo de la aplicación de algunos principios de la economía circular, un concepto bastante importante dentro de la arquitectura sostenible.  

Economía circular

La economía circular es un proceso continuo que se basa en los mecanismos propios de la naturaleza, donde la materia y la energía proveniente del mundo, es reinstaurada constantemente. Los nutrientes son compartidos a través de cada ser vivo, para finalmente acabar en el suelo, y reiniciar un ciclo constante.  

Este concepto difiere de la actividad más presente en nuestro día a día: la economía lineal, la cual tiene un propósito directo: la creación, el consumo y el deshecho de un producto. Con esta, el ciclo se rompe y se desperdicia gran utilidad de los recursos naturales. 

Gráfico comparativo entre conceptos de Economía Lineal y Economía Circular. 

Collage por Arath Santos

Unos de los conceptos fundamentales de la Economía Circular son las 4 Rs del reciclaje

El primero es Repensar, y significa cambiar la forma en cómo pensamos sobre las cosas. Hay que salir de paradigmas primarios y dogmáticos sobre cómo hacer Arquitectura, que más que nunca, necesita ideas frescas e innovadoras que busquen hacer el menor daño posible. Por ejemplo; podemos comenzar a usar estrategias de diseño pasivo, que permiten un mejor desempeño energético. Es posible proporcionar calor, iluminación, energía mecánica e incluso electricidad a través de medios naturales. Estas reflexiones y decisiones de diseño y construcción afectan la vida del edificio en su totalidad, y requieren el comenzar a trabajar con materiales locales, la aceptación de diversas limitaciones de métodos anacrónicos e informarse para tomar mejores decisiones.  

El segundo concepto es Reducir, que sencillamente significa disminuir la cantidad de materiales y desperdicios que son innecesarios y pueden omitirse desde una buena planificación. Uno de los materiales más conflictivos para esto es el concreto, que puede ser sustituido en ciertas ocasiones por sistemas estructurales livianos, con menos uso de materias primas o recursos. Materiales alternativos incluso pueden reducir la huella de carbono eliminando la necesidad de enfriamiento o calefacción, de nuevo a través de materiales locales o producidos cerca del lugar de construcción. Es muy importante el pensar en la duración de estos sistemas de construcción, en función de donde terminará su vida útil tiempo después para así evitar la necesidad de sustituir o reparar continuamente el desgaste que el uso y el tiempo puede generar.  

Otro concepto es la Reutilización, y puede llevarse a cabo con materiales como la madera maciza o piezas de acero estructural, revestimientos, vidrios, tabiques, entre otros elementos. En el caso de una casa abandonada, es posible rescatar ciertos componentes para un nuevo aprovechamiento, quizás en otra edificación, o incluso en la misma a través de la deconstrucción. Así puede ser posible brindar un nuevo propósito a esa casa. Puede convertirse en una fábrica, o una oficina, en hotel, por decir algunos. Un edificio con un uso activo incluso puede haber sido diseñado de manera inteligente, con habitaciones o espacios dinámicos que puedan ser reconfigurados según su necesidad, y no están cerrados a una única actividad o enfoque.  

El último concepto es el de Reciclaje, el más reconocido de los cuatro. Este trata de aprovechar los desechos para crear otro producto, puede ser diferente o similar al original. Así se evita el descartar materiales o el sobrecargo de los vertederos. Muchísimo se puede mencionar de este concepto, por ejemplo, el uso de caucho o plástico para ladrillos, los pabellones temporales que usan botellas de plástico o tarimas para su instalación o los neumáticos como mobiliario en parques infantiles. 

El Humedal

Un proyecto que me gustaría mencionar es El Humedal, ubicado en el Valle de Bravo, Estado de México, que funciona como un centro de investigación ambiental enfocado en la reconfiguración de la relación entorno y ser humano. En él, se realizan investigaciones acerca del material proveniente del bosque, desde materia prima hasta comestibles. Lo que llama la atención es el éxito que ha conseguido bajo los principios de no desperdicio, generando en su totalidad los recursos que necesita para operar. Rodeado de un bosque que lo sustenta, un humedal y un huerto orgánico. Recolecta hasta 130,000 litros de agua de lluvia para uso interno y externo, composta para alimentar al huerto y paneles solares para calentar el agua y toda la electricidad necesaria para su funcionamiento. vas en el diseño y desarrollo de proyectos de arquitectura, mejorando e integrando procesos relativos a todo el ciclo de vida de una edificación desde su diseño, construcción y administración de obras. Aquí llega a aplicarse la metodología BIM, la cual consiste en organizar el trabajo de forma colaborativa y simultánea entre todos los agentes implicados, así se reducen incertidumbres o ineficiencias que pueden generar desviaciones en los plazos, sobrecostes o cambios en las calidades, como incluir materiales sin stock o no tener en cuenta el impacto medioambiental. En Cafeína Design estamos totalmente inmersos en la implementación de la metodología BIM, aplicando en cada proyecto las mejores herramientas y estrategias de diseño colaborativo para implementarlas en sistemas convencionales o a través de la prefabricación. 

Al mismo tiempo, utiliza materiales reciclados y propios del terreno que reflejan la identidad local, y que fueron seleccionados por sus características térmicas y estéticas. Estos materiales se conjugan bastante bien con sus propiedades de diseño pasivo, que facilitan la ventilación natural cruzada, una eficiente captura de aguas pluviales y un control térmico y de iluminación natural aprovechando por completo la luz del sol. 

El Humedal es un ejemplo de estos conceptos aplicados a nuestra actividad como arquitectos. Cada día parece ser más evidente que el futuro del diseño está enfocado en reconfigurar y repensar los usos. La función arquitectónica deja de limitarse al refugio y aparecen tipologías que van más allá de los hogares y oficinas, con nuevos programas arquitectónicos que le permiten a la arquitectura participar de la economía circular por ejemplo siendo productora de alimentos auto suficientes.  

Sección para análisis bioclimático de El Humedal. ArchDaily.

Planta de Sistema de Riego Pasivo de El Humedal. ArchDaily. 

Conclusión

Si bien, no siempre puede ser atendido cada aspecto de un diseño o un proyecto arquitectónico con el fin de cumplir con una propuesta ecológica y sostenible, es importante iniciar una conversación de reflexión, pues hoy más que nunca, son necesarios los arquitectos que dediquen su tiempo a ayudar y fomentar conceptos tan importantes como la economía circular y las 4 Rs.

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