Arq. Leonardo Neve
FUNDADOR Y DIRECTOR

En un mundo donde el cambio climático exige respuestas urgentes, la arquitectura tiene un papel fundamental en la regeneración ecológica. Cada proyecto puede convertirse en un agente de transformación. 

Uno de los ejemplos más relevantes en México es Viamarina Telchac, un desarrollo que reimagina la convivencia entre ciudad, naturaleza y comunidad a través del diseño biofílico, la planificación regenerativa y la tecnología pasiva. Ubicado en la costa norte de Yucatán, Viamarina no solo respeta el entorno: lo restaura, lo potencia, lo deja mejor de lo que estaba. 

¿Qué es el diseño biofílico y por qué importa?

El diseño biofílico se basa en la necesidad humana de conectar con la naturaleza para mejorar la salud, el bienestar y el rendimiento. 

No se trata solo de plantas o estética verde. Es una filosofía que integra: 

  • Luz natural abundante 
  • Ventilación cruzada 
  • Materiales locales y naturales 
  • Vistas al paisaje 
  • Espacios que evocan calma, refugio y exploración 
  • Integración de agua, sombra y biodiversidad

En Viamarina Telchac, la biofilia se siente en cada espacio: desde las villas elevadas hasta los senderos que serpentean entre manglares y jardines nativos.

Un proyecto sembrado sobre historia

El terreno de Viamarina está ubicado en antiguas tierras henequeneras. Allí donde alguna vez crecieron las plantas que impulsaron la economía yucateca, el proyecto propone reforestar, restaurar suelos y recuperar biodiversidad. 

Este enfoque convierte al desarrollo en un ejemplo de cómo la arquitectura puede reconciliarse con la memoria del territorio. 

Más del 60% del predio destinado a conservación ecológica

Uno de los pilares sustentables más contundentes del proyecto es su decisión de preservar más del 60% de sus 195.65 hectáreas como reserva natural. 

Este corredor ecológico protege: 

  • Manglares 
  • Selva baja 
  • Cuerpos de agua 
  • Corredores de fauna 
  • Áreas de reforestación y jardines polinizadores

Lejos de operar como una “zona verde decorativa”, esta reserva funciona como un sistema vivo que regula el microclima, retiene carbono y fortalece la resiliencia ambiental. 

Arquitectura pasiva: Viamarina integra estrategias bioclimáticas que reducen el consumo energético

  • Ventilación cruzada alineada con los vientos dominantes del noroeste y sureste 
  • Orientación solar óptima según carta solar del sitio 
  • Terrazas profundas y voladizos que generan sombra natural 
  • Materiales térmicos y de bajo impacto 
  • Vegetación que crea microclimas frescos 
  • Techos y envolventes adaptados al clima cálido-húmedo 

Estas decisiones permiten que la arquitectura funcione sin depender excesivamente de sistemas mecánicos, disminuyendo emisiones y costos operativos. 

BioAqua Park: agua, paisaje y bienestar

Este parque es el corazón ecológico y recreativo del proyecto. 

Ríos lentos, lagunas, cascadas, cenotes artificiales y jardines nativos ofrecen experiencias sensoriales y educativas sobre el valor del agua en un ecosistema frágil como Yucatán. 

El diseño combina paisaje, recreación y aprendizaje ambiental en un solo sistema vivo. 

Isla Colorín: arquitectura elevada para no tocar la tierra

Un ejemplo ejemplar de sustentabilidad aplicada a la arquitectura es Isla Colorín, un conjunto de cabañas elevadas que reducen el impacto sobre la topografía natural. 

Al levantarse sobre pilotes ligeros, permiten: 

  • El paso de agua y fauna 
  • La conservación del suelo 
  • Una integración visual suave 
  • Mayor ventilación natural 
  • Sombras frescas bajo las plataformas 

Este tipo de arquitectura respeta el ecosistema sin renunciar al confort ni a la experiencia inmersiva. 

Movilidad humana: un eje vial pensado para caminar

El diseño urbano prioriza la movilidad activa: 

  • Senderos peatonales sombreados 
  • Ciclovías integradas 
  • Rutas para carritos eléctricos silenciosos 
  • Estacionamientos perimetrales para liberar el corazón del proyecto  

Viamarina incentiva un estilo de vida bajo en emisiones, más saludable y más conectado con el entorno. 

Ciudad + Naturaleza: servicios accesibles sin usar automóvil

Viamarina crea una comunidad autosuficiente que reduce la necesidad de desplazamientos largos. 

  • Corredor gastronómico 
  • Centros educativos y talleres 
  • Zona de entretenimiento 
  • Supermercado 
  • Comercio local y efímero 
  • Servicios de bienestar y salud 

Todo a una distancia caminable o ciclable, reduciendo tráfico, emisiones y ruido. 

Viamarina como modelo de futuro para el turismo sostenible en México

Viamarina Telchac demuestra que un desarrollo turístico y residencial puede ser: 

  • Regenerativo 
  • Biofílico 
  • Socialmente consciente 
  • Ambientalmente positivo 
  • Urbanísticamente humano


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