SOBRE EL AUTOR

Carlos Maximiliano Galván Pasquel Arquitecto, Líder de Proyecto Creativo

“La arquitectura es el medio a través del cual podemos pensar, trasformar y habitar ciudades de manera más eficiente, poniendo al entorno y al ser humano en primer plano.”

En las últimas décadas muchas ciudades del mundo han organizado su crecimiento en torno a un modelo centrado en el automóvil. Con respecto a los últimos años, sucesos mundiales como el aumento en los precios del petróleo, cambio climático, pandemias y la búsqueda de estilos de vida más saludables, se ha empezado a cuestionar al automóvil, que si bien se mostraba como un invento extraordinario que revolucionó al mundo, nos trajo otros problemas: principalmente, el tiempo que dedicamos a trasladarnos. Nos movemos más rápido, pero no más eficientemente. Es decir, en la búsqueda de una mejor calidad de vida deberíamos destinar menos tiempo al traslado diario, viajar de manera más cómoda (sin tráfico, contaminación) y con un menor consumo de recursos.  

Movilidad urbana

Para entender el tema es necesario definir el concepto de movilidad urbana, el cuál podemos entender como el movimiento de las personas en las ciudades, ya sea por medio de transporte público, automóvil, bicicleta o a pie.  

Entre los principales problemas que enfrentan las ciudades, en cuanto movilidad urbana se encuentran el tráfico, uso de combustibles fósiles y el crecimiento desmedido de la mancha urbana. 

Crecimiento de la ciudad

Desde principios del siglo XX, ciudades con grandes planes urbanísticos como Nueva York, han ido creciendo con el modelo de ciudad de Robert Moses, donde la ciudad se construye a partir de grandes infraestructuras, rascacielos, vías de comunicación donde el protagonista era el coche. Gracias al invento del automóvil, muchas ciudades crecieron siguiendo este modelo, como puede ser el caso Los Ángeles en California, que podemos reconocer fácilmente por su gran infraestructura vial. El problema de estas ciudades radica en el crecimiento desproporcionado, generando territorios cada vez más dispersos y disgregados.  

Por otro lado, existen otros modelos que apuestan por la vitalidad urbana, que podemos entender como la cualidad de que una ciudad este llena de vida.   

Jane Jacobs, reconocida activista y teórica del urbanismo, quien desarrolló éste, toma como base el concepto “Lugares que sean capaces de reunir distintos tipos de personas y distintos tipos de actividades.”

Jacobs mencionaba que para que esta vitalidad se logre deben cumplirse 6 condiciones: 1) La primera es la concentración. Que exista una densidad de personas y de viviendas para que se pueda producir ‘la vida en la calle’; 2) Segunda es la diversidad, las ciudades tienen que aglutinar distintos tipos de actividades y personas, tener lugares para trabajar, comercio, escuelas, equipamientos, todos esos elementos cercanos; 3) La necesidad de edificios con distintas características para que familias con diferentes capacidades adquisitivas accedan a la vivienda; 4) Cuarta es la oportunidad de contacto, es decir, ciudades hechas a escala humana, en medidas de bloques o manzanas no demasiado grandes porque esto reduce las intersecciones y esquinas perdiendo la oportunidad de establecer diferentes programas que hacen que las personas estemos en contacto; 5) Quinta es la condición de accesibilidad, desplazarnos en transportes más sostenibles, caminar andar en bicicleta etc. No depender tanto del automóvil y contar con una red de transporte que comunique las regiones con mayor equidistancia. 6) La sexta condición es evitar los elementos frontera.

Jacobs entendía estos elementos como lugares que desincentivan el uso de la calle, como lo pueden ser carreteras, equipamientos de un solo uso, grandes centros comerciales, parques inseguros, lugares impermeables que no permiten ir de un lado al otro, es decir, fronteras para la vitalidad.  

El problema del espacio

El principal problema de las ciudades es el espacio. De tal forma, actualmente es posible distinguir tres actores centrales en los procesos de planificación de éste: el Estado, la sociedad civil y el sector privado (Roitman, 2008).  

En México, La Encuesta Origen-Destino (EOD) la principal fuente de información referente a movilidad reporta que son 64 minutos de traslado promedio general para realizar las actividades diarias, indicativo de que mayor infraestructura no impacta totalmente en mayor eficiencia. Actualmente ocupamos demasiado espacio del territorio de nuestras ciudades en construir puentes, carreteras, calles y avenidas. A pesar de este crecimiento en infraestructura vial, el tiempo que dedicamos al traslado diario no ha disminuido y tampoco hemos mejorado la satisfacción de las personas en moverse dentro de la ciudad. 

Ciudad de las distancias cortas

La manera en la que nos movemos en la ciudad tiene un impacto gigante en la sostenibilidad económica y medioambiental, así como en la cohesión social y en la calidad de vida de los habitantes. El reto de la movilidad está en mover muchas personas de manera más eficiente posible ocupando el menor espacio posible.  

Pensando en modelos que podemos llamar ideales para un modelo alternativo de transporte y diseño amigable para los peatones, es el modelo de la ‘Ciudad próxima’, o ‘Ciudad de distancias cortas’. Es la ciudad donde nuestro hogar y nuestras actividades diarias como el trabajo, el estudio, el deporte, el ocio, la salud sea actividades próximas, es decir en un radio caminable o de bicicleta. Cuando tenemos la casa donde vivimos separada de todo esto, es difícil que se dé la interacción social que es lo que hace urbanidad.   

La proximidad, tiene beneficios en muchos sentidos, por un lado, la disminución del uso de vehículos motorizados, fomento de la cohesión social, volver a la vida en comunidad, recuperar el espacio público como lugar de encuentro y no de paso. 

Ilustración realizada por
Carlos Maximiliano Galván Pasquel

Conclusión

La proximidad dentro del entorno urbano que libere las calles y las transformen en espacios de encuentro y no de paso, son el futuro de la movilidad. Es importante un cambio de paradigma de cómo debemos movernos y vivir en la ciudad y cómo diseñar las ciudades para generar estos medios alternativos de transporte y espacios más amigables. Como resultado, muchas ciudades se han adaptado y buscan fomentar el ciclismo y hacer calles más amigables con el peatón.  

Referencia bibliográfica: Roitman, Sonia. planificación urbana y actores sociales intervinientes: el desarrollo de urbanizaciones cerradas. Diez años de cambios en el Mundo, en la Geografía y en las Ciencias Sociales, 1999-2008. Actas del X Coloquio Internacional de Geocrítica, Universidad de Barcelona, 26-30 de mayo de 2008 <http://www.ub.es/geocrit/-xcol/78.htm> 

 

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