En Cafeína Design, como profesionales del diseño arquitectónico y urbano, nos hemos propuesto el objetivo de siempre generar espacios innovadores, positivos y humanos. Sin embargo, en el sector de la arquitectura, ingeniería y construcción, estamos rodeados y expuestos a prácticas anti-éticas ante las cuales debemos manifestarnos con una postura estoica en defensa de nuestros valores.
La realidad es que el sector es fácilmente corruptible, la falta de transparencia en los procesos de toma de decisiones y la priorización de intereses económicos por encima de los sociales y ambientales pueden llevar a prácticas poco éticas en el diseño de edificios y espacios públicos. Por ejemplo, el diseño de edificios sin considerar la accesibilidad para personas con alguna discapacidad o la construcción en áreas naturales protegidas.
Es por lo anterior que consideramos de vital importancia crear un código de ética de diseño que se apegue a nuestros valores y principios como arquitectos, y nos guíe durante todo el proceso de diseño.
El concepto de ética en el diseño se traduce en la toma de decisiones conscientes y responsables que tienen en cuenta los impactos sociales, ambientales y económicos de los proyectos que desarrollamos. Y por esta razón también lo consideramos como un trabajo en constante revisión y evolución, el cual nos permitirá irnos adaptando a las nuevas necesidades y problemáticas que se presenten con el tiempo.
Modelo de Sostenibilidad Cafeína (MSCD)
Este código además de reflejar nuestros valores, debe ser integral y comprender aspectos ambientales, sociales, económicos y tecnológicos, por lo que hemos desarrollado un modelo de trabajo llamado Modelo de Sostenibilidad Cafeína (MSCD) que nos permite visualizar esta información de una forma más práctica.
El “MSCD” es un modelo integral de trabajo creado por Cafeína Design, que busca actuar como una guía que rija cada uno de nuestros proyectos, en el cual se incorporen las acciones mínimas necesarias a tener en cuenta para poder desarrollar proyectos sostenibles.
Este modelo fue creado teniendo en cuenta las categorías de calificación utilizadas por los diferentes sistemas de certificación que han sido referencias mundiales para edificios sostenibles como LEED, BREEAM, Verde, DGNB, entre otros, y los 3 pilares esenciales del desarrollo sostenible expuestos en el “Informe Brundtland”.
Con esta base, se propone abordar todos los proyectos desde tres esferas: social-humana, medioambiental y económica.
Esfera social-humana:
Entender el propósito y beneficio que brindará el proyecto a los habitantes originales del entorno. Abordar adecuadamente la equidad social a través de la distribución equitativa de servicios y espacios públicos, la promoción de la construcción de viviendas asequibles, y la preservación de los barrios históricos y culturalmente significativos. Buscar el bienestar a través de la armonía con el medio ambiente.
Esfera medioambiental:
Reducir la degradación de los recursos naturales y promover el uso sostenible del suelo. Promover una densidad adecuada y una mezcla de usos, para generar mayor accesibilidad a servicios y una menor destrucción del contexto natural existente. Fomentar la construcción de edificios y viviendas con altos estándares de eficiencia energética.
Esfera económica:
Detonar beneficios económicos para los integrantes de la comunidad. Buscar el mejor equilibrio de costos y beneficios para generar proyectos financieramente viables. Sacar el mayor provecho de las últimas herramientas tecnológicas disponibles, que nos permiten minimizar errores y reducir costos de construcción, así como evaluar y medir el proceso para dar seguimiento al proyecto.
Código de ética
A partir de estas tres esferas, proponemos los siguientes puntos que regirán nuestro código de ética para el diseño arquitectónico y urbano:
1. Respeto al Medio ambiente
Todos los proyectos deben considerar la reducción del impacto ambiental y la promoción de la sostenibilidad a través del uso de energías renovables y materiales respetuosos con el medio ambiente. Esto incluye el uso de técnicas de construcción sostenible, el diseño bioclimático y la incorporación de espacios verdes.
2. Accesibilidad e inclusión social
La arquitectura debe ser accesible para todas las personas, independientemente de su capacidad física. Esto incluye la eliminación de barreras físicas prescindibles, el uso de tecnología accesible y el diseño de espacios públicos y comunitarios.
3. Responsabilidad económica
Todos los proyectos deben ser financieramente viables y buscar un equilibrio entre los costos y los beneficios para las partes interesadas.
4. Responsabilidad social
El diseño debe tener en cuenta las necesidades y deseos de la comunidad y ser responsable de las consecuencias sociales de la construcción y del uso del edificio o espacio urbano. Esto incluye el diseño de edificios y espacios que promuevan la interacción social y la seguridad.
5. Respeto a la historia y cultura
El diseño debe respetar la historia y la cultura del lugar, evitando la destrucción de patrimonios culturales y arquitectónicos, así como los usos y costumbres de los habitantes del lugar a intervenir.
6. Innovación tecnológica
Todos los proyectos deben ser innovadores en el uso de tecnología y materiales, y procesos de diseño, buscando mejorar la eficiencia energética y la calidad de vida de los usuarios.
7. Eficiencia energética
El diseño debe ser eficiente en el uso de la energía, promoviendo la reducción de emisiones contaminantes y el aprovechamiento de los recursos disponibles. Esto se logra a través de un proceso de diseño que contemple diversos análisis y estrategias de sostenibilidad integradas al proyecto desde un inicio.