SOBRE EL AUTOR

Rita Laura Bustos Arquitecta, Líder de Proyecto Ejecutivo Técnico y responsable del Área de sostenibilidad

Estoy convencida de que por medio de la arquitectura podemos generar un impacto positivo al usuario, a la comunidad y al planeta, ante las complejas problemáticas a las que nos enfrentamos hoy en día es necesario crear propuestas integrales, es cierto que la manera en que se ha hecho arquitectura es parte del problema, pero ejercerla de manera inteligente y sostenible puede ser parte de la solución; para mí la arquitectura es una herramienta de gran poder que puede cambiar nuestra realidad y el entorno. Por un planeta más verde, mejores ciudades y buena arquitectura. 

Es muy interesante analizar cómo las antiguas civilizaciones desarrollaron de manera empírica métodos y sistemas constructivos para asegurar el confort de sus habitantes a través de la arquitectura. Entendiendo el confort como las condiciones materiales que proporcionan bienestar o comodidad.  Existen diferentes tipos de confort, por ejemplo, confort térmico se refiere a cuando las personas que habitan un sitio no experimentan sensación de calor ni frio, confort acústico trata de la sensación de los ocupantes de un edificio u hogar con respecto al entorno sonoro, confort respiratorio abarca la calidad de aire en el interior de un espacio y usualmente se asocia y compara con la pureza del aire exterior (que puede estar contaminado, en mayor o menor medida) y confort visual que tiene que ver con los colores (impacto visual), el manejo del deslumbramiento y con la calidad lumínica de los espacios.

Para este artículo nos enfocaremos en el confort térmico, ya que fuera en contextos con climas calientes o fríos, quienes se enfrentaron al problema de construir un refugio frente a las fuerzas de la naturaleza, tuvieron que analizar y aprovechar al máximo las condiciones naturales de su entorno diseñando con estrategias desarrolladas por el ingenio humano potenciando así la materia prima ubicada en su entorno. Dichas estrategias ahora son conocidas o identificadas como estrategias de diseño pasivo, que son todas aquellas que por medio de la arquitectura y sus elementos brindan confort al usuario de forma natural, jugando con la forma de los muros, la base, la cubierta, el juego de huecos y protecciones, el uso de elementos, materiales y sus propiedades.  

Gran parte de las casas, templos y ciudades, de civilizaciones como la egipcia, la persa, la griega y la romana muestran indicios de soluciones para iluminar, calentar, ventilar o enfriar espacios. Los constructores desde el inicio de la arquitectura han tenido que analizar el comportamiento de la construcción de acuerdo a su ubicación, topografía, orientación, el recorrido solar y la ventilación, posteriormente estas primeras estrategias de diseño pasivo se fueron complementando integrando elementos como el agua, la vegetación, las propiedades térmicas y acústicas de los materiales y siguen evolucionando hasta la actualidad. 

Imagen de la ciudad de Yazd en Irán. Donde se muestran las “Torres de viento” utilizadas en su arquitectura como sistema de ventilación natural.

Si existen estrategias de diseño pasivo ¿Existen estrategias de diseño activo?

El descubrimiento de la energía eléctrica generó un cambio drástico en la forma de hacer arquitectura y brindar confort ya que muchas estrategias pasivas ahora pueden ser reemplazadas por estrategias activas, ¿a qué nos referimos con esto?, Una estrategia activa es aquella que necesita una energía activa pata dotar de confort al usuario, ya sea para alumbrado, ventilación, calefacción, suministro de agua caliente sanitaria o para brindar cualquier servicio. Las estrategias activas pueden ser nuestro mejor aliado pero también nuestro peor enemigo ya que la arquitectura contemporánea necesita de ambas para brindar confort en la arquitectura. 

Por un lado, la tecnología actual permite realizar análisis bioclimáticos precisos que consisten en el análisis de las condiciones climáticas locales, del entorno y de los requisitos del usuario, auxiliándonos de diferentes campos de la ciencia como son, la climatología, la biología y la física, entre otras. Sin embargo, hoy en día se sigue generando arquitectura carente de un buen análisis bioclimático que no prioriza el uso de estrategias de diseño pasivo a la hora de diseñar, teniendo como resultado espacios poco iluminados, ventilados, muy fríos, ruidosos, calientes, húmedos, etc. Se deja como única alternativa para mejorar las condiciones de confort el uso de estrategias de diseño activo, como lo son la iluminación artificial, el aire acondicionado, calefactores, etc. Se eleva exponencialmente el consumo energético y como consecuencia las emisiones de CO2 y la contaminación de nuestro planeta. Las estrategias de diseño pasivo en la arquitectura buscan principalmente reducir el consumo energético. 

¿Cómo integramos tas estrategias en los procesos de diseño Cafeína Design?

Al realizar un proyecto es fundamental iniciar con un buen análisis bioclimático y así poder conocer las alternativas pasivas que tendremos: 

1. Recopilación

Se refiere a toda aquella información que nos revele datos sobre la temperatura, la radiación solar, la humedad y velocidad promedio y dirección de los vientos, complementándola con información de precipitación, topografía, vegetación existente, presencia de cuerpos de agua como lo son ríos, lagos, pozos, etc. Para poder conocer mejor las características del sitio donde vamos a proyectar.

2. Evaluación

Aquí es donde analizamos toda la información recopilada para determinar el comportamiento humano dentro de esas características, ya sea que el entorno es muy caliente o frío en ciertas temporadas del año u horas del día. 

3. Selección de estrategias

Tras evaluar cuál es la respuesta del cuerpo humano dentro del entorno es aquí donde seleccionamos estrategias, principalmente de diseño pasivo, para poder brindar confort al usuario, determinando cual es la orientación óptima, qué zonas requerirán protección solar, cuál será la forma de la edificación con respecto al entorno y la topografía, cómo utilizaremos los vientos, cómo controlaremos el intercambio de temperaturas entre el interior y el exterior, ejemplo: cómo lograremos que no se pierda el calor interior en temporadas de invierno, ni que el calor exterior entre en temporadas de verano (balance térmico). 

4. Aplicación en la arquitectura

Finalmente aterrizamos las estrategias de diseño pasivo aplicables para el caso integrándolas a los demás elementos que conforman el proyecto arquitectónico (los cuales pertenecen a las 3 esferas de sostenibilidad) para tener como resultado un impacto positivo en la vida del usuario y su entorno.

Sección de proyecto Finca las Memorias donde se aplicaron estrategias de diseño pasivo para brindar confort.

¿Cómo se clasifican las estrategias de diseño pasivo?

Existen muchas maneras de clasificarlas, pero para su mejor comprensión las vamos a clasificar en dos categorías:

Estrategias pasivas de calefacción

Sistemas de distribución, de captación solar, de acumulación y de conservación de energía. 

Funcionamiento de captación solar y acumulación de energía por medio del muro trombe como estrategia pasiva de calefacción.   

Estrategias pasivas de refrigeración o enfriamiento

Protección solar, ventilación, refrescamiento, evaporativo, inducido, inercia de la tierra y el radiante, fachadas ventiladas y de superficies reflectantes.

Funcionamiento del refrescamiento evaporativo por medio de lámina de agua o cubierta inundable como estrategia pasiva de refrigeración.

Conclusión

Implementar un enfoque científico que logre medir y mejorar el confort del usuario, potencia la calidad del diseño. Además, hoy en día el acceso al conocimiento y la información climatológica es sencillo gracias a una gran variedad de herramientas informáticas que ayudan con el proceso de análisis y diseño. Para Cafeína Design es sumamente importante reducir el consumo energético y mejorar el confort en cada uno de nuestros proyectos ya que estamos conscientes del gran impacto negativo que estos generan a nuestro planeta, es por ello que las estrategias de diseño pasivo son nuestra prioridad a la hora de diseñar y vemos las estrategias de diseño activo como sistemas complementarios priorizando que provengan de energías renovables, o en  caso de que lo anterior no sea posible se busca que los consumos sean los mínimos.  

El uso de estrategias de diseño pasivo es una de las principales herramientas para una arquitectura sostenible, pero no son las únicas estrategias que utilizamos en nuestros proyectos, anteriormente explicábamos en nuestro MSCD (Modelo de Sostenibilidad Cafeina Design) que para que una arquitectura pueda ser sostenible debe generar un impacto positivo (por medio de distintas estrategias) en las 3 esferas de sostenibilidad, las cuales son social, medioambiental y económico. 

 

¿Quieres conocer más de este tema?
Contáctanos

    This site is protected by reCAPTCHA and the Google Privacy Policy and Terms of Service apply.